Pisazo en Hernán Cortés

Proyecto publicado en la revista ElMueble

Se trata de una vivienda de 280 m2 cuyo estado inicial era de origen, presentando un aspecto muy desactualizado y que no respondía a las necesidades de sus nuevos propietarios.

LOS PROPIETARIOS DICEN:

Impresionante el cambio que hemos conseguido. Desde el primer momento nos encantó la propuesta del estudio. Tenemos ahora una casa preciosa, elegante, luminosa y, sobre todo, muy confortable.

Para la cocina escogimos un blanco roto combinado con roble natural. Ubicamos una gran isla con prolongación de mesa baja. Por expreso deseo de los clientes, la zona de trabajo (cocción y fregadero) se ubicó fuera de la isla.

Ya en la zona de noche nos encontramos con el dormitorio infantil. El mobiliario fue diseñado a medida por el estudio. Optamos por el blanco dando toques de roble natural en el escritorio y los estantes de la librería. Las paredes de la cama las revestimos con un friso de madera a medida y con papel pintado.

Los clientes, una familia formada por una pareja y su hija pequeña, que habían adquirido recientemente la vivienda, querían hacer de ella una casa actual, cómoda y acogedora, luminosa y confortable. Además, necesitaban una nueva distribución, ya que la inicial no respondía a sus necesidades, e integrar el pilar que había en la cocina.

Una vez analizados los espacios y los deseos de los clientes, realizamos una nueva distribución de la casa para albergar recibidor, salón-comedor, cocina abierta al salón, lavandería, despacho, gimnasio, dormitorio de la niña, dormitorio de invitados y dormitorio principal, tres baños y un aseo de cortesía.

Conseguimos una mejor distribución eliminando el largo y oscuro pasillo y cambiando la ubicación de la cocina. Además, ese cambio nos proporcionó estancias más luminosas.

En toda la casa colocamos una tarima de madera natural de roble de lamas anchas, excepto en las zonas húmedas, donde colocamos cerámicos.

Optamos por colocar diferentes revestimientos en determinadas estancias, como papel pintado, paneles decorativos y de madera de roble, así como pintura de arcilla. En los baños escogimos cerámicos de efecto textil y piedra.

Las puertas de paso, de suelo a techo, se lacaron en blanco.

El roble está presente en gran parte de la casa, junto con el lacado blanco en el dormitorio infantil y el roble teñido de negro en el despacho.

Diseñamos los espacios de zona de día (recibidor, salón, comedor y cocina) como concepto abierto, separados por cerramientos de cristal con molduras de madera de roble. Y, a modo de eje vertebrador, creamos un patio inglés donde ubicamos un arbusto de eucalipto preservado, que nos sirvió para articular estas estancias.

Dejando atrás el recibidor y caminando por el pasillo, presidido por una escultura en metal, nos adentramos en la zona semi-pública de la vivienda.

En primer lugar, está la lavandería, junto a la cocina. Frente al laundry, creamos un aseo de cortesía. A continuación, ubicamos el despacho. Su aire masculino lo conseguimos con la carpintería a medida de roble teñido de negro y el mobiliario seleccionado.

En el dormitorio de invitados colocamos dos camas gemelas con cabeceros tapizados y papel pintado. Los textiles de cama son el complemento perfecto para dar el toque final de color.

La zona más alejada e íntima de la casa está reservada al dormitorio de la pareja, con baño abierto y vestidor.

En el dormitorio principal dimos protagonismo a la pared del cabecero, revistiendo la pared de papel pintado y paneles decorativos. Las mesitas y las lámparas colgantes completan el estilismo.

El baño abierto al dormitorio combina tres revestimientos: uno de madera de roble formando listones redondeados, otro de efecto piedra natural y otro de espejo en la zona de lavabos. El mueble, diseñado también por el estudio, tiene dos lavabos de piedra.

El panelado de madera del baño oculta una puerta corredera que da acceso al vestidor al que no le falta detalle.